Gracias por todo, gracias por permitirme tomar el pasado en mis manos por un instante, gracias por dejarme recordar momentos mientras me hundía en tu abrazo, gracias por recordarme quién soy al mostrarme quién eres.
Mi querido ser de la noche, gracias por volver a mi aunque sólo fuera por unas horas. Pues cual estrella fugaz, cumpliste mi deseo y trajiste una nueva oportunidad a mi vida. Despertaste pasiones y sentimientos mucho tiempo guardados. Me mostraste una vez más tu alma, y al igual que la primera vez, lo que encontré me dejó muda. No así insensible, pues aun hoy… después de tanto tiempo, después de tantas vidas, después de tantos cambios, la esencia permanece.
Puede ser que ya nada sea igual, puede ser que en realidad nada haya cambiado.
Ya no somos quienes éramos, y aun así seguimos siendo iguales. Tal vez hemos cambiado, pero en ese momento fuimos justo lo que necesitábamos ser.
Tal vez ya no haya un mañana, pero siempre guardaré el ayer. He puesto ya en una caja, todos los sentimientos, todos lo besos, los abrazos y las miradas. Las he guardado con llave pero siempre al alcance de mi mano. Y no importa que el tiempo pase, sé que permanecerán intactos, pero sé también, que siempre que sea necesario, podré volver a ellos. Hoy es un buen día para mí, tu perfume aun permanece en mi cuerpo y mis manos sienten todavía tu piel. Hoy buscaré la sangre de alguien para ti, brindaré por ti, pensaré en tu cuello, en los latidos de tu corazón. Hoy guardaré la esperanza de que mi recuerdo se quede en ti, y pediré a la noche, que el destino logre en algún momento, que la experiencia vuelva a repetir. La vida nos ha unido ya demasiadas veces, como para pensar que una grieta en la inmortalidad, lo evite eternamente. Así que mi querido caballero, guarda un pensamiento, una palabra, un beso, una caricia, y quizá pronto, en unos días, meses, años, vuelva a descansar mi cabeza en tu pecho, y a beber de ti.
Mi querido ser de la noche, gracias por volver a mi aunque sólo fuera por unas horas. Pues cual estrella fugaz, cumpliste mi deseo y trajiste una nueva oportunidad a mi vida. Despertaste pasiones y sentimientos mucho tiempo guardados. Me mostraste una vez más tu alma, y al igual que la primera vez, lo que encontré me dejó muda. No así insensible, pues aun hoy… después de tanto tiempo, después de tantas vidas, después de tantos cambios, la esencia permanece.
Puede ser que ya nada sea igual, puede ser que en realidad nada haya cambiado.
Ya no somos quienes éramos, y aun así seguimos siendo iguales. Tal vez hemos cambiado, pero en ese momento fuimos justo lo que necesitábamos ser.
Tal vez ya no haya un mañana, pero siempre guardaré el ayer. He puesto ya en una caja, todos los sentimientos, todos lo besos, los abrazos y las miradas. Las he guardado con llave pero siempre al alcance de mi mano. Y no importa que el tiempo pase, sé que permanecerán intactos, pero sé también, que siempre que sea necesario, podré volver a ellos. Hoy es un buen día para mí, tu perfume aun permanece en mi cuerpo y mis manos sienten todavía tu piel. Hoy buscaré la sangre de alguien para ti, brindaré por ti, pensaré en tu cuello, en los latidos de tu corazón. Hoy guardaré la esperanza de que mi recuerdo se quede en ti, y pediré a la noche, que el destino logre en algún momento, que la experiencia vuelva a repetir. La vida nos ha unido ya demasiadas veces, como para pensar que una grieta en la inmortalidad, lo evite eternamente. Así que mi querido caballero, guarda un pensamiento, una palabra, un beso, una caricia, y quizá pronto, en unos días, meses, años, vuelva a descansar mi cabeza en tu pecho, y a beber de ti.
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