Ya llevo un tiempo
soltera, más del que jamás había pasado en toda mi vida, la verdad que está bien eso de ser feliz
contigo y blah blah, y creo que lo he hecho bastante bien, me he reconciliado
conmigo misma y ahora tengo más claras las cosas, sobre lo que quiero y lo que
estoy dispuesta a dar. Claro, eso complica las cosas. Hay días que me muero por
encontrar a alguien especial, sentir esas mariposas en el estómago, la
necesidad de verlo, pensar en alguien todo el día y hacer todas esas
cursilerías que el amor nos hace hacer. Hay días que me da muchísima flojera,
la parte más emocionante de la relación, es también la más cansada, conocer a
alguien, dar tu mejor cara, conocer la suya, y luego ya que uno está bien
acomodado, darte cuenta que ese ser ideal igual que tú, tienen defectos.
Y creo que ese es el problema, por mucho que extraño la
emoción de la expectativa, también me da mucha flojera. Estoy en el tercer
piso, no hay forma de que lo niegue, mis amigas me lo recuerdan diario con sus
pláticas sobre maridos y pañales, con
sus metas profesionales y sus agendas ocupadas
en trabajos y maridos, en cenas familiares, bodas y divorcios, y
básicamente, aquellas que por una u otra razón estamos en el lado de la
soltería, compartimos esa sensación de extrañeza que nos hace preguntarnos qué
es lo que queremos.
Y es que hace 10 años, salías con cualquiera, no importaba
si no tenía trabajo, si vivía con sus papás, si no quería casarse o tener
hijos, si se sentía rockstar o nerd, porque ni tú misma sabías lo que querías,
entonces todo se trataba de conocer a alguien que te gustara, con quien
tuvieras una conexión especial, y poco a poco ir planeando una vida juntos, un
futuro. Muchas veces el futuro no tuvo nada que ver, y esas parejas se
rompieron, pero uno no piensa en eso, con trabajo sabes dónde estarás en una semana,
mucho menos en 10 años.
Pero ahora, Normalmente estás en un punto de tu vida, donde
si no sabes lo que quieres, al menos sabes lo que no quieres. Y estás a gusto
con eso, puede que sigas buscando el camino a la felicidad, pero ya te
tropezaste varias veces y de menos sabes por dónde no va la cosa.
Las más listas, creo, hemos aprendido que ni existe el
príncipe azul, ni hay sapo que se convierta en uno con mucho trabajo, y si
acaso lo logras, probablemente cuando termines de reparar esa alma rota, saldrá
a probar suerte con la primer fulana que pueda para demostrar su renovada
autoestima. Así pues queremos alguien
que ya esté hecho. También hemos aprendido que hay feos que pueden ser de lo
peor y alguno que otro guapo que tiene más de dos neuronas y es de hecho un
buen tipo, que no todo lo que brilla es oro, y que el chico perfecto al que le
gusta salir de compras contigo, ver películas rosas y nota cuando tus zapatos combinan
con tu bolsa, probablemente sea el mejor de los amigos pero no una pareja
potencial.
Probablemente, si eres como yo, tengas poco tiempo, no
puedes quedarte en casa todo el día esperando recibir esa llamada, y odias
profundamente cancelar planes o dejar el trabajo para ser plantada un viernes
por la noche, principalmente porque no puedes decir me vale madre, me visto y
me voy a la fiesta, ya que tus salidas sociales normalmente requieren una gran
organización con tus amigos que también tienen agendas apretadas o peor, llevar
un regalo e ir sobria un sábado por la
mañana.
Entonces, cómo conocer a tu chico ideal, no tengo idea, no
creo que la red sea la respuesta, pero cuando sales, sueles hacerlo con gente
con la que te sientes cómoda, y cada vez es más pequeño tu círculo social. Y
cuando tus amigas intentan emparejarte con su amigo Juanito que no sale ni en
rifa, pues, comienzas a preguntarte cuál es la razón de ello.
Te vuelves quisquillosa, y de vez en cuando insegura, pero
por más que no quisieras acabar como la loca de los gatos, te resulta
insoportable aguantar a alguien con quien sabes que no podrías durar ni una
semana, y así como las pláticas de adolescentes y la música actual te resulta
molesta, los pequeños detalles de las potenciales parejas, se hacen gigantes,
aunque por otro lado, hay cosas que antes parecían importantísimas que ahora
sabes que son basura.
Hablando de mí, particularmente, he descubierto que estoy
harta del drama, lo cual puede parecer contradictorio porque tiendo bastante al
drama, pero para mí se ha vuelto una cosa muy simple, puedo ser la prioridad en
tu vida o no, y si no lo soy, entonces no me interesa.
No quiero cambiar a nadie, quiero un ser que me guste con
virtudes y defectos y me acepte con los míos.
Vaya que soy totalmente imperfecta, hablo mucho, soy bebedora social (lo cual hace que ahora
tome cada 6 meses considerando mi
actividad fuera de casa) fumo y he subido un par de kilos, no me interesa el
gimnasio ni ser vegetariana, a lo más
aspiro a clases de baile y más baile porque de otra forma me aburro de muerte.
Sé que debo dejar de fumar, y cada vez lo pienso con más frecuencia, pero nunca
lo haré por alguien más que no sea yo. Soy sarcástica, soy hipersensible y una
vez al mes me convierto en el monstruo del llanto. Tengo tatuajes y
probablemente me haga más, soy obsesiva
con algunas cosas y un desastre para otros, no tengo alma de esposa abnegada,
odio hacer quehacer, y aunque creo que me gustaría ser madre, no estoy segura
de que me convenga serlo en esta época donde los niños son criados con pinzas.
Amo a los gatos, y prefiero deshacerme del novio que de ellos, amo a mi mamá y
mi hermana, y aunque viva a miles de km, siempre estoy para ellas.
Por el otro lado, bueno, creo que no estoy tan mal, soy
fiel, entregada, cariñosa, detallista, soy bastante lista y tiendo a dar
bastante. Odio la rutina y me gusta probar cosas nuevas, y después de tanto
tiempo soltera, necesito espacio porque me he acostumbrado, me gusta salir, no
tengo problema con los videojuegos, y hasta puedo ver deportes, lo mismo puedo
ir de viaje al bosque que a la playa o quedarme en casa viendo películas. Creo que hay bastantes cosas buenas que me
hacen una pareja decente.
Entonces, no, no me interesa cualquier relación, quiero una donde mi chico pueda ser también
mi amigo, quizá haberlo conocido primero así. Claro que hay un par de personas en mi vida que me gustaría
conocer en otro plano, pero por una u otra razón eso no ocurre, así que nos
lanzamos a tratar de conocer a gente nueva y plaf, te das cuenta de lo piki que
te has vuelto.
Quiero alguien que me atraiga, no tiene que ser guapo, he
andado con algunos feos en mi vida, y
los he querido y me he enamorado perdidamente y los veía guapos, pero creo
ciegamente en la química, y hay personas que por más que los veas desde 18
ángulos, no te mueven ni media hormona. Claro
que me encantaría un Joe Manganello, pero admitámoslo, no soy Sofía Vergara, y
francamente no me dejaría arrastrar al gym a las 6 am solo por no perder al
guapito.
Quiero a alguien que me desafíe intelectualmente, que me
deje enseñarle cosas y me enseñe otras, con quien pueda ver películas nuevas o
leer libros y discutirlos, que tenga algo de niño porque yo siempre lo tendré y
sin embargo, sea capaz de hacerse cargo. No quiero alguien que me mantenga,
puedo hacerlo yo, pero sí alguien que se pueda mantener a sí mismo, que sepa
usar la lavadora y lavar trastes, porque lo tendrá que hacer más de una vez,
que pueda comer tacos de vez en cuando y no se angustie cuando me vea comerme
5.
No soporto las expansiones, punto, y no me gustan las
rastas, no quiero decirle a nadie cómo vestirse así que simplemente los elimino
de mi lista, tampoco me gustan los mirreyes, y creo que no podría andar con un
ultraconservador de derecha, un fan de las corridas de toros y probablemente una larga lista de cosas sin sentido.
No quiero un macho, y no me convertiré en una dama, soy un
relajo y me gusto mucho. Quiero alguien
que se divierta, que haga cosas interesantes, que tenga una vida y que me
integre en ella, que pueda estar conmigo en las malas y las peores, y pedir
ayuda cuando sea necesario.
Quiero a alguien honesto, que no me mienta. En ningún aspecto, desde las cosas más simples hasta las más complejas. Que confíe tanto en mí, que pueda confiar ciegamente en él.
Quiero compromiso, no voy a pasar 4 años en una relación que no va a ningún lado. No voy a cambiar a nadie, y no voy a cambiarme a mí.
Quiero compromiso, no voy a pasar 4 años en una relación que no va a ningún lado. No voy a cambiar a nadie, y no voy a cambiarme a mí.
Quiero alguien con quien pueda estar, y también no
estar, y a veces, estar solos juntos,
porque no siempre estar significa ser un muégano.
Quiero alguien que tome mi mano por la calle, y me abrace
sin importar dónde estemos, que pueda vivir sin mí pero elija estar conmigo,
que no me prometa estar conmigo para siempre, sino siempre estar conmigo porque
quiere, y que si ya no quiere, tenga también el valor de decirlo.
Quiero alguien con metas, con sueños, que no limite los
míos. Que luche por lo que quiere, y ser parte de eso por lo que lucha.
Tal vez es mucho pedir, puede ser que no lo
encuentre, quizá me enamore de la persona equivocada otra vez, pero me ha
costado mucho llegar a sentirme a gusto conmigo, y no pienso volver a
sacrificarlo, porque si algo he entendido, es que el amor no debe ser una cosa
de sacrificios, ni de dos personas intentando cambiar o completar a otro, sino
de dos seres completos que quieran estar juntos.
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