Hijole, nada más no tengo tiempo de escribir, así que les dejo una historia muy viejita para que se entretengan, porque estoy tan contenta de tener ya tantos seguidores, que no quiero que se vayan a aburrir de esperar =)
El día de ayer desperté y las cosas fueron diferentes, fue como si hubiera despertado de un gran letargo, el día tenía un color diferente a los anteriores, el ambiente cambió radicalmente de aroma, la temperatura afectó mi cuerpo de una forma poco común.
Ayer desperté y era otra. Me miré al espejo y el cambio era apenas notable, sin embargo, al fijarme bien me di cuenta de que existía. Mi rostro se veía menos rosado, las pequeñas arrugas que comenzaban a formarse bajo mis ojos, se volvieron imperceptibles, mis labios recuperaron el tono de rojo que perdieron hace tiempo, mis dientes se veían más pequeños y blancos y mis colmillos ligeramente alargados…. Tal vez mis ojos brillaban de manera extraña, pero era apenas notable. Me levanté más tarde que de costumbre, pero la pesadez de mis ojos, la lentitud de mis reflejos, me hicieron sentir que acababa de acostarme. Conozco bien esta sensación…. Al salir a la calle, el sol se volvió mi enemigo, me abrasó con su calor aunque apenas era notable entre las nubes, las personas pasaron a mi lado sin notarme apenas, me deslizaba de forma más invisible entre ellos, casi sin ser vista.
Nunca creí que esto ocurriera…. Habían pasado ya al menos cuatro años desde nuestro último encuentro y al menos dos desde que mis instintos vampíricos salieron por última vez de esta forma. La sed me invadía cual si hubiera tomado dos litros de tequila. Traté de calmarla, pero sabía que no funcionaría. Sólo una cosa podría calmarla….. y ahora, pasarían años antes de lograrlo. Otra vez está aquí, ella ha regresado, yo que la creía dormida, yo que pensé que en realidad al fin nos habíamos vuelto una, pero ayer supe que no era así, tan sólo aguardaba el momento de volver a salir, y era obvio que tu presencia lo lograra. Como siempre, en apenas un momento, lograste hacerme sentir como si el tiempo no existiera, como si la inmortalidad no fuera algo betado para nosotros, aunque bien sepa que no es así. Difícilmente volverás en un buen tiempo, y tus besos y abrazos, y la fuerza de tus colmillos, volverán a convertirse en recuerdos en mi mente, pero la sed, esa no se irá tan pronto, y me pregunto cuántos habrán de morir en esta ocasión, antes que quede saciada, antes que mi piel vuelva a su color natural y el sol se vuelva mi aliado una vez más, no lo sé con certeza, pero esta vez, algo es diferente, y es que la presencia de ella en mi vida en este momento, es justo lo que necesitaba, esta vez, la muerte será aquello que me regrese a la vida.
Ayer desperté y era otra. Me miré al espejo y el cambio era apenas notable, sin embargo, al fijarme bien me di cuenta de que existía. Mi rostro se veía menos rosado, las pequeñas arrugas que comenzaban a formarse bajo mis ojos, se volvieron imperceptibles, mis labios recuperaron el tono de rojo que perdieron hace tiempo, mis dientes se veían más pequeños y blancos y mis colmillos ligeramente alargados…. Tal vez mis ojos brillaban de manera extraña, pero era apenas notable. Me levanté más tarde que de costumbre, pero la pesadez de mis ojos, la lentitud de mis reflejos, me hicieron sentir que acababa de acostarme. Conozco bien esta sensación…. Al salir a la calle, el sol se volvió mi enemigo, me abrasó con su calor aunque apenas era notable entre las nubes, las personas pasaron a mi lado sin notarme apenas, me deslizaba de forma más invisible entre ellos, casi sin ser vista.
Nunca creí que esto ocurriera…. Habían pasado ya al menos cuatro años desde nuestro último encuentro y al menos dos desde que mis instintos vampíricos salieron por última vez de esta forma. La sed me invadía cual si hubiera tomado dos litros de tequila. Traté de calmarla, pero sabía que no funcionaría. Sólo una cosa podría calmarla….. y ahora, pasarían años antes de lograrlo. Otra vez está aquí, ella ha regresado, yo que la creía dormida, yo que pensé que en realidad al fin nos habíamos vuelto una, pero ayer supe que no era así, tan sólo aguardaba el momento de volver a salir, y era obvio que tu presencia lo lograra. Como siempre, en apenas un momento, lograste hacerme sentir como si el tiempo no existiera, como si la inmortalidad no fuera algo betado para nosotros, aunque bien sepa que no es así. Difícilmente volverás en un buen tiempo, y tus besos y abrazos, y la fuerza de tus colmillos, volverán a convertirse en recuerdos en mi mente, pero la sed, esa no se irá tan pronto, y me pregunto cuántos habrán de morir en esta ocasión, antes que quede saciada, antes que mi piel vuelva a su color natural y el sol se vuelva mi aliado una vez más, no lo sé con certeza, pero esta vez, algo es diferente, y es que la presencia de ella en mi vida en este momento, es justo lo que necesitaba, esta vez, la muerte será aquello que me regrese a la vida.
Qué bonito final...
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