Pues, todas las historias tienen un final, a veces el final
tarda en llegar, a veces apenas comenzar se extinguen, y la mía aquí ha llegado
al suyo. Después de 6 años y medio, y de muchas cosas lindas y otras no tanto
que el caribe me regaló, creo que mi ciclo se ha cumplido, no hay nada más que
pueda pedirle a este lugar paradisíaco que el hecho de quizá recibirme con los
brazos abiertos para vacacionar, en otro momento. Y aunque extrañaré el cielo y
mar de ese azul que no existe en ningún otro lado, y las lunas de octubre, y
los grandes amigos, más uno que otro paciente que se han robado mi corazón…
creo que en este momento de mi vida, mis necesidades emocionales, afectivas y
de trabajo, ya no están aquí y siento que debo obedecer a mi instinto esta vez,
lo he ignorado antes y el resultado nunca fue bueno.
Muchos se preguntarán por qué dejar un negocio propio, un
sitio parecido al paraíso, la “libertad” de ser tu propio jefe, para regresar
al sitio más contaminado y lleno del planeta, y quizá tengan razón.
Pero ni toda la playa del mundo, ni todo el dinero, pueden
comprar la salud emocional de la que en este momento carezco (bueno, miento,
quizá todo el dinero del mundo podría comprarla, pero no estoy ni cerca de
volverme millonaria).
Quizá sólo es la crisis de los 30 (un poco tarde), pero con
el curso que las cosas tomaron, hoy en día estoy parada preguntándome, qué
quiero hacer el resto de mi vida, y sobre todo, con quién quiero compartir eso,
y aunque aún no estoy 100% segura de qué quiero hacer, si sé con quiénes.
Así que después de meses de pensarlo, regreso a casa, con
algunos sueños cumplidos y otros no, con la frente en alto y deseando que lo
que venga ahora sea mejor de lo que ha sido hasta ahora. Que todas las cosas
buenas que tuve aquí (que no fueron pocas), se rodeen de todas las cosas
maravillosas que ahora espero que pasen. Estoy segura, que hago lo correcto
porque mi corazón brinca de emoción, y el de muchas personas que me esperan y
eso me hace feliz.
Sé que hay una lista de contras y la he estudiado una y otra
vez, y sé que habrá muchos que no estén de acuerdo o piensen que estoy loca. No
importa realmente porque para mi, mi corazón, mi mente, mi alma me dice que es
lo que tengo que hacer. Y quizá en un año, decida alguna otra cosa, pero no me
importa, porque si de algo estoy segura, es que no importa lo difícil que sea,
o el miedo que me de, soy capaz de volver a empezar.
Sé que soy tan fuerte, que a pesar de todo he sido capaz de
enfrentarme a mucho, incluso a mi misma, que este año fue lo más difícil que
haya pasado, y contrario a lo que en algún momento pensé, hoy me siento mejor,
respecto a mí, y a lo que quiero, y sin importar si aún hay cosas que duelen, o
que no salieron como quería, el saber que pude recuperar mi propio aprecio y
confianza, es lo más importante que pudo ocurrir, y precisamente al recuperar
mi autoestima, creo que debo escucharme más, y hacerme caso, y callar un poco
las opiniones de terceros en este instante, para poner todo mi esfuerzo en la
labor de seguir reconstruyéndome.
Así que bueno, aparte de darles la noticia, quiero decirles
a todos los que dejo aquí. Que les agradezco todo lo que han hecho por mi, todo
lo que a lo largo del tiempo me han dado, bueno o malo, son experiencias que me
llevo y que atesoro. A mis amigos, que los quiero, que los extrañaré, y que
espero sea sólo un hasta luego. Gracias por cuidarme cuando lo necesité y por
regalarme tantas cosas maravillosas, que no tienen precio.
A los demás, nos vemos pronto. (aún no estoy segura que
tanto). Y de verdad, espero que lo hagamos, porque otra cosa que aprendí en
esto tiempo, es que la gente viene y va, y las circunstancias pueden cambiar de
un momento a otro, y que aprovechar a los que queremos mientras se pueda, es
indispensable (o debería serlo).
Los quiero mucho y ojalá puedan desearme suerte y les de
gusto por mi.
No, pos así sí le contesto, si me pone al día mija. Dejaras de ser mija, Escribes super chido, como te enseñó tu madre con el corazón en las teclas. Te amo bebé, te amo con locura. No tienes que probar nada, eres dueña de tu vida, una supermujer. No me alegro de tus males, pero sé que te enseñaron mucho, pero más tus logros. Como madre estoy orgullosa de que le chingaste duro, que no dejaste de luchar ni un solo día para tratar de cumplir tus sueños. Soy testigo. Quizá no todos se cumplieron pero creo que sí muchos, el Caribe nos dio mucho a ti y a mi, mis vacaciones pagadas allá son mi tesoro. Lo siento hija, muero de felicidad de saber que ya vienes de regreso. Recupero mi brazo izquierdo. Te quiero.
ResponderBorrarNo temas los comentarios de terceras personas: yo también creo que estás loca por regresar al D. F. pero si es lo que realmente deseas, entonces te va a ir como tú estés forjando tu porvenir...
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